¿SABÍAS QUE LA FALTA DE MOVILIDAD DE LA LENGUA ES LA CAUSA DE MUCHOS PROBLEMAS DE LACTANCIA? DESCUBRE QUÉ ES LA ANQUILOGLOSIA O "LENGUA ATADA"
En el
momento en el que nace tu bebé, un profundo amor os une. Has pensado durante el
embarazo en ese momento, lo has idealizado con esas imágenes de mujeres dando
el pecho a sus bebés que aparecen en las revistas.
Y cuando
llega el momento de la verdad, ese momento en el que ya puedes abrazar a tu
bebé, lo tienes en brazos y comienzas a darle el pecho… las cosas empiezan a
suceder de forma diferente a lo que esperabas: dolor en el pezón, grietas, tu
bebé no gana peso, las tomas son interminables, a tu bebé le cuesta agarrarse al pecho y parece que “se pelea” con el pecho, has tenido obstrucciones/mastitis…
Si el inicio
de la lactancia con tu bebé ha ocurrido de forma parecida, sigue leyendo porque
hoy quiero hablarte de la anquiloglosia, una situación que no sólo
complica la lactancia. También tiene repercusiones a largo plazo en el
desarrollo y formación de los huesos que conforman la cara y la boca; además de
dificultar funciones como son la respiración, la masticación, la deglución y la
pronunciación.
Anquiloglosia es una de esas palabras raras, de
esas que nos gusta usar a los sanitarios. Para que nos entendamos,
anquiloglosia no es otra cosa que una lengua atada, una lengua que se
mueve con dificultad. Y la succión del bebé al pecho puede verse afectada por
esta falta de movilidad de la lengua.
Hay varias
causas por las que puede verse afectada la movilidad de la lengua:
- Frenillo lingual corto
- Problemas musculoesqueléticos de las
estructuras de la cara, del cuello o del cráneo
- Síndromes genéticos
- Daño neurológico
De forma
frecuente se tiende a pensar que la anquiloglosia es consecuencia directa de un
frenillo lingual corto, pero como te contaré a continuación, esto no es siempre
así.
En ocasiones
los partos complicados, como los instrumentalizados en los que ha sido
necesaria la utilización de fórceps, espátula o ventosa; o los partos en los
que la dilatación ha sido muy larga; o los casos de encajamiento prolongado del
bebé, pueden dar lugar a fuerzas de compresión o tracción excesiva sobre los
huesos del cráneo, de la cara y del cuello.
De esta
forma, podemos encontrar que un bebé tenga dificultades para mover su lengua
por:
· Una asimetría en el movimiento de su
cuello o haya una tortícolis congénita (le cuesta girar el cuello hacia un
lado).
· Un predominio de un patrón posicional
extensor que lleva al bebé a estar con la cabeza hacia atrás y a que además le cuesta
estar en posiciones más replegadas, como la posición fetal (puede que no le guste que le lleves porteado en una mochila o fulard). ¿Has probado si te
resulta fácil tragar mientras mantienes la cabeza hacia atrás?
· Una
asimetría que podemos ver a simple vista en los huesos de la cara y la frente, con un lado más prominente y
otro más hundido.
Por tanto,
siempre habrá que valorar de forma completa al bebé, prestando especial
atención a su cuello, su cráneo y su cara porque es allí donde se encuentran
las estructuras que tienen una relación directa con la lengua.
Este hecho
hace que encontremos casos en los que tras la intervención del frenillo no haya
la mejoría esperada. Puede ocurrir porque había otros factores de origen
musculoesquelético que como hemos visto influían en la falta de movilidad de la
lengua (movilidad del cuello, contractura muscular, asimetrías craneofaciales…)
En
conclusión, es sumamente importante hacer una valoración no sólo del propio
frenillo. Es preciso también valorar el resto de las estructuras musculoesqueléticas
relacionadas con la lengua para descartar su influencia en la anquiloglosia.
Una vez
encontrada la causa del problema, será más fácil tomar decisiones acerca de los
caminos a tomar. En unos casos será necesaria la cirugía para cortar el
frenillo lingual corto; en otros casos con un tratamiento de Fisioterapia
podremos devolver a la lengua su capacidad de movimiento para conseguir una lactancia
exitosa para ti y tu bebé.
Busca
en tu zona un fisioterapeuta pediátrico especializado en lactancia. ¡Y no dejes
que nada te frene!
Elvira García
Fisioterapeuta pediátrica experta en Lactancia, Fisioterapia Respiratoria y TMPI (Terapia Manual Pediátrica).